Mandala

Mandala, Carl Jung Llama el Punto Central en el Motivo de la Psique Humana

Él fue el primero en introducir la idea de la mandala de los investigadores occidentales. En su autobiografía, «Memorias, Sueños, Reflexiones», Jung dice cómo en 1916, pintó su primer mandala, y dos años después, ya era a  diario dibujado en su cuaderno, un nuevo  Mandala. Encontró que cada dia refleja su vida interior en el momento, y comenzó a usar estas imágenes para capturar su «transformación mental».

El crecimiento hacia su totalidad es un proceso natural que ilumina la singularidad y la individualidad de la persona. Así Carl Jung llamó a este proceso de individualización. Insistió en la atención respetuosa a los símbolos del inconsciente como una manera de estimular el crecimiento personal. Jung vió el surgimiento espontáneo del Mandala en los sueños, está la imaginación y la creatividad como prueba de lo que sucede a la hora de la individualización. El resultado es una unión armoniosa de la identidad individualización con el Yo como principio unificador central.

Según Carl Gustav Jung, el motivo de la mandala, es una premonición del centro de la personalidad, un nativo del punto central del alma con la que todo está conectado, que todo está organizado, y que en sí mismo es una fuente de energía. El centro de energía se muestra en la compulsión irresistible del deseo de convertirse en lo que uno es, como cualquier organismo, tratando de conseguir la forma que es característico de su naturaleza, sin importar las circunstancias. Esto no fue considerado como el centro del ego, pero si se puede decir así, es el yo.

El Mandala es un patrón visual en un círculo, y se utiliza principalmente en la psicoterapia, donde el mandala no se construye de acuerdo a las reglas (como en la práctica religiosa), y nace de forma espontánea en un auto de libertad de expresión de los sentimientos.

¿Por qué es una imagen aparentemente normal y  tiene una gran influencia e impacto sobre nosotros?

Porque él es el símbolo del círculo que consiste en la parte más profunda y la más común de nuestra esencia.  En la Mandala es el misticismo así como el Tarot, ya que el mundo es un misterio para el hombre, y su logro es posible sólo a través de conocer sus secretos más íntimos. Después de dibujar   mandalas, es posible una ilustración y manifestación de su actual estado interno, sus aspiraciones, sus deseos, su fuerza y ​​su espíritu. El mandala es místico, pero no es magia (magia el poder decir, la capacidad de hacer,  poder hacerlo), pero es sólo una manera de comprender el misterio, que no contiene el ingrediente activo, y no puede actuar.

Confirmar (no se activa) sólo puede someter. No afecta al Mandala, pero la persona que lo contempla, cambia a sí misma, a través de los mandala, revela a sí mismo, consciente de sí misma, y ​​por lo tanto tiene un impacto en sí mismo  a través del  Mandala.