Arcanos del Tarot
Arcanos del Tarot constituyen un sistema oculto para aquellos que no conocen de cerca sus múltiples códigos representativos, los cuales han sido descifrados aunque no en su totalidad. Con todos los estudios realizados hasta la actualidad aún no se ha llegado a establecer ningún patrón reglamentario, por lo que todavía se trata de un gran misterio por descubrir. Muchas son las historias y leyendas sobre su origen, algunas lo situan en China, Egipto, Italia, otras afirman que el Tarot fue traído por seres superiores de fuera de nuestro planeta. Pero todas tienen algo en común; afirman que las corrientes filosóficas, religiosas, sociales y artísticas marcaron su concepto original y quizá esto pueda haber sido causante de las diferentes modificaciones de su contenido desde el momento de su aparición.
Es importante destacar la poca historia sobre esta mancia, aunque esta falta no disminuye la gran cantidad de información que contienen sus barajas, llenas de símbolos, signos y expresiones que tardarían años en poder compilarse en un solo libro de tarot.
Las principales características que cautivan a las personas cuando observan la baraja de Tarot son sus colores, la amplia paleta de tonalidades que llena sus láminas, las representaciones gráficas en que se clasifican los arcanos; siguiendo el argot Junguiano, los arquetipos, y por último los correlativos números romanos. Además, otra singularidad de las barajas de Tarot son los personajes de la corte real que aparecen en los arcanos menores, ayudándonos a profundizar en la lectura. Las ilustraciones de los arcanos mayores pueden parecernos familiares puesto que son representaciones de las fases de nuestro ciclo vital. Cada arcano del tarot refleja partes del proceso de evolución del ser humano, desde que nacemos hasta el final del ciclo. Por ejemplo, podemos encontrar alusiones al aprendizaje vital del ser humano, aprender a hablar, caminar o estudios especializados. Estamos en un estado de aprendizaje constante, apreciando lo bueno diferenciándolo de lo malo, lo justo de lo injusto, nuestro camino interior de las distracciones externas, como aparece en la Carta del Loco.
Muchas veces los caminos de fácil comprensión y simple recorrido son más cortos pero más abismales, mientras que un camino a base de esfuerzo conllevará a una decisión correcta y acertada con los arcanos del tarot.
Otra importante expresión arquetípiquica puede apreciarse en la Carta del Mago, pues muchas veces somos Magos de nuestra vida, utilizando lo mejor de uno para continuar con los objetivos establecidos, no como un actor o un mago, sino como una persona que actúa conscientemente con la fuerza e inteligencia necesarias para conseguir lo fijado, es decir, actuar con decisión en un momento en que ya no pensamos, sólo ejecutamos, ponemos en acción la magia interior.
De esta forma nuestras actitudes y hábitos mostrados a través de las diferentes cartas del Tarot representan nuestras 22 variantes; con miedos o sin ellos, con fuerza o con tristeza, débiles o valientes, consientes o inconscientes, todas las formas reflejadas para potenciar nuestro cambio. Los consejos que nos transmite un tarotista profesional son vitales para nuestro desarrollo, puesto que el objetivo del Tarot es facilitarnos infinitas alternativas entre las que nosotros escogeremos la mejor, la que realmente necesitamos.
Arcanos representación del proceso evolutivo…